En torno a la idea de un Premio Nobel de Derecho

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El otro día, en el blog de derecho del Wall Street Journal se preguntaban si tendría que haber un Premio Nobel de Derecho.

Bueno, no lo hay, y punto. Los Nobel genuinos son cinco, los que estaban en el testamento de Alfred Nobel: paz, física, química, medicina, literatura.

Los economistas tienen un Premio al que suele llamarse "el Nobel de Economía", que en realidad es un premio ad hoc que se da con el membrete de la Fundación Nobel, desde 1968. y que en honor a su espónsor se llama "Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel".

Esta ampliación ortopédica del númerus clausus del Nobel Prize generó demasiadas controversias como para que se piense en la viabilidad de una movida similar hacia el Derecho.

Y a diferencia de lo que ocurre en matemáticas (Medalla Fields), o en arquitectura (Premio Pritsker), no hay en el gremio un premio que tenga consenso y tradición como "el" reconocimiento universal, en vida, a un jurista.

En Argentina tampoco hay tal cosa, aunque tenemos los Premios Konex (según el Criador, el Martín Fierro de los ñoños) cuya última edición "de Humanidades", de 2006 (se dan todos los años pero las categorías van rotando cada diez) distribuía estos galardones:


Teoría y Filosofía del Derecho
Ernesto Garzón Valdes

Derecho Civil
Atilio Aníbal Alterini

Derecho Comercial y Laboral
Jaime Luis Anaya


Jorge Rodríguez Mancini

Derecho Constitucional
Gregorio Badeni

Derecho Administrativo, Tributario y Penal
David Baigún


Héctor Mairal

Derecho Procesal, Internacional y de la Integración
Augusto Mario Morello



Salta a la vista el problema obvio: agrupación promiscua de disciplinas no-tan-afines, lo que lleva a tentarse y dar más de un premio por categoría. Y sí, como se quejaba el criador, hay exceso o malapportionment de jurídicas dentro de humanidades, ocupando seis de las veinte categorías de su repertorio, lo cual nos parece algo imperialista.


¿Tendría que haber un Premio Nobel de Derecho?

El artículo que glosa el WSJ Blog está escrito por Thomas Ulen (el de Cooter - Ulen, coautores del famoso libro de Law & Economics, que justamente acaba de tener una edición revisada, la 5ta., que tiene su companion blog).

El criterio de Ulen es que sería posible hablar de un "Nobel de Derecho" porque la disciplina ha evolucionado a un estado ya "científico". Lo que Ulen quiere decir que se maneja bastante con hipótesis ciertas, contrastables y cuantificables por métodos "empíricos". Pero, nos parece, los grandes temas centrales del Derecho, los de la iusfilosofía, no son debatibles en esa estructura de validación: piénsese en debates o polémicas tipo Hart - Devlin, Dworkin - Bork, Carrió - Soler, Breyer - Scalia (*). Y una instancia tan ambiciosamente "canónica" no puede permitirse que estos asuntos queden fuera de su espectro.


Abogados Premios Nobel

A todo esto, en verdad hay muchos abogados que ganaron algún Premio Nobel. No el último: Al Gore (**) estudió derecho, pero no se recibió. S.e.u.o., según mi inventario, sí lo hicieron estos 20 laureados:


Nuestros preferidos de esta lista son Elihu Root y René Cassin.

Todos estos son Nobel de la Paz, y las motivaciones del premio no tienen que ver con nada científico o intelectual. Se trata de abogados que hicieron méritos "diplomáticos" (caso Saavedra Lamas) o que fueron activistas de "causas nobles" (caso Mandela).

Asumiendo que no podía haberlos ni en física, ni en química, ni en medicina, quise ver si podía encontrar abogados en la lista de Premios Nobel de Literatura. No son infrecuentes los casos de abogados que tienen cierto reconocimiento entre la literatura "seria" (como Héctor Tizón, juez del STJ de Jujuy, como el caso del "centenario" Juan Filloy, otro que era juez) , o que lo intentan (Gus Bossert, Dani Herrendorf), y algunos que se divierten explotando o explorando el género de la ficción legal (John Grisham, Mariano Silvestroni entre nosotros).

Veo que entre los Nobel de Literatura hubo varios estudiantes de derecho que mutaron en escritores, pero no se recibieron: casos notorios los de Octavio Paz y Gabriel García Márquez. Uno imagina que lo hicieron sin demasiado entusiasmo (a propósito, otro que fue esporádico estudiante de abogacía fue Vargas Llosa, y nos ha legado un personaje memorable: Henry Chirinos, "el constitucionalista beodo" de "La Fiesta del Chivo").

En fin, luego de revisar la lista, yo encuentro a uno solo: Theodor Mommsen, catedrático de derecho romano, y autor de una "Historia de Roma" que le valió el PNL de 1902, en base a un criterio que, a más de un siglo de distancia, no se termina de entender. O sí, si se considera y se confirma lo que es bueno sospechar: que en toda historia, ya sea oficial o alternativa, hay algo de literatura.

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(*) Prometemos desarrollar una serie de posts, de divulgación, sobre "polémicas", por entregas, desarrollando esas que nombramos y otras que se nos ocurran.

(**) La peli "La verdad incómoda" es un must no sólo para ecologistas, sino para todos los que hacen docencia, por la manera en que va combinando amenamente divulgación de datos complejos, persuasión y mensajería motivacional.


Links

- Should there be a Nobel prize in law?, del WSJ blog

- A Nobel Prize In Legal Science: Theory, Empirical Work, and the Scientific Method in the Study of Law, link a SSRN para ver el abstract y descargar el paper de Thomas Ulen