De Bn´Blawgs: topografía de los blogs jurídicos


Teleconferencia via Skype
I Encuentro de Blawgs
16:50 hora argentina



Para nuestra sorpresa, funcionó todo más o menos bien, y los que estuvimos en sedes virtuales, ya sea en vivo o diferido, pudimos cerrar una interacción razonable en eso que, creo que sin exagerar, llamamos teleconferencia.

Para una crónica de lo que pasó, los remito a iureamicorum, donde Gonzalo Ramírez Cleves hace una crónica del encuentro internacional, y postula a Bogotá como sede para un encuentro más formal, con ponencias y todo, el año que viene.

la primera reunión, que yo conozca de blogs jurídicos en donde participarón blawgistas argentinos como Mariel Leposa (abogados.com.ar), Lucas Arrimada (Seminario de Teoría Constitucional), Diego Goldman (El extraño mundo de Diego Goldman), Tomás Marino (Quiero ser abogado) y Alberto Bovino quien organizó lmagistralmente la reunión del blog No Hubo Derecho. Participó también virtualmente desde Santa Rosa: Gustavo Arballo (Saber leyes no es saber derecho).

Virtualmente y desde el exterior participamos en orden de aparición en el debate Rafa Rubio del blog e - the people, nuestro amigo español que se encuentra haciendo una instancia de investigación en Washington D.C. y Francisco Barbosa, que se encuentra haciendo el doctorado, desde Nantes (Francia) con su blog Margen Cultural, que se mantuvo despierto en toda la jornada a pesar de las horas de diferencia en que se encontraba. Roberto Gargarella participó con una entrevista pregrabada con Alberto Bovino.

Fue el primer paso, improvisado, necesariamente autocomplaciente, pero divertido. Un gustazo.






Para los que no fueron, fui anotando cosas que se oyeron, cosas que se me ocurrieron a mí mientras los demás hablaban, cosas que anoté o noté en el BnB v. 1.0. Ahí vamos, desordenados, como fue saliendo, esto es como un imperfecto libro de actas, anotación de consensos provisorios, e ideas de último momento que quedaron de este lado del tubo.



Topografía de los blogs jurídicos


  • Tenemos: blogs “de doctrina”, blogs “de causas” (individuales o colectivas), blogs “de cursos” (material de apoyo, tarea para el hogar, etc.), blogs “de materias”, blogs "anárquicos", blogs “polirubros”. Nos interesan también: blogs que tratan sobre temas que tienen alguna conexión con el derecho: blogs de política, de derecho del consumo, de nuevas tecnologías.


Primer Acto

El blog es un espacio complementario, no “alternativo”.




Los que leemos derecho bebíamos de tres fuentes.

La primera, los libros: tratados y manuales. Obras densas, que a veces eran el resultado de una vida de trabajo. Los libros tienen un ciclo largo de elaboración y también pueden durar muchísimo tiempo en el mercado de ideas. Casi todos los libros con los que estudiamos hoy las materias de Derecho ya estaban escritos en la década del 70. Esto podría ser señalado burlonamente, pero no sería justo hacerlo. En muchas disciplinas sociales y no sociales ocurre lo mismo, al nivel de la formación de grado. No es que Llambías sea la cumbre del Derecho Civil, es que probablemente a nadie le interese dedicar mucho tiempo a hacer algo que probablemente sea muy parecido a lo que hace Llambías, así que el civilista inspirado buscará temas más específicos, menos visitados por los fundamentos de la materia. Lo mismo ocurre, mutatis mutandis, con Samuelson, Giddens, etc.

La segunda, los artículos. Primero, la divina trinidad de los artículos cortos, las publicaciones especializadas de alta frecuencia: “La Ley”, “El Derecho”, “Jurisprudencia Argentina”, diarios o semanarios. Luego, escritos más densos (hoy decimos a veces: papers) fueron el reino de revistas bi/tri/cuatrimestrales dedicadas a ciertas materias (“Doctrina Penal”, “Revista del Derecho Comercial y de las Obligaciones”, “Revista de la Administración Pública”, etc.) que llegaron a posicionarse por calidad y permanencia en su nicho de “doctrina”. En la misma línea, existen “Anales” de Academias, “Boletines” de Asociaciones, y “Revistas” universitarias que han tenido épocas de gloria y de ostracismo. En cualquier caso, estos “artículos largos” –de los cuales excluyo los comentarios a fallos- tienen un ciclo medio: el tiempo en que se preparan y se publican puede oscilar entre los dos meses y los dos años. También tienen una audiencia sumamente acotada, reducida a los especialistas entre los especialistas, ostensiblemente menor que la de los tratados o manuales.

La tercera, las notas de prensa, de medios de circulación general o masiva, escritos y no escritos. Nos servían para “enterarnos” de que la Corte había resuelto cierto caso, que se estaba proyectando o sancionando tal ley, que Fulano opinaba tal cosa al respecto, que Monner Sanz denuncia tal cosa. El ciclo cortísimo de esta fuente impone una mirada superficial, obliga a la síntesis más brutal en el análisis, impide la contextualización profunda de lo que ocurre, amputa las derivaciones, matizaciones y parentescos. Por otro lado, el hecho de estar dirigidas a un público no especializado obliga al medio a usar un tono “didáctico” y “divulgatorio”, explicando puntos básicos de las normas y del sistema jurídico, y prescindiendo de la nomenclatura y la taquigrafía técnica, porque el hombre común puede no saber que es “redarguir”, que es “la doctrina Llerena”, qué son “los frutos del árbol envenenado”, qué es “la teoría de los actos propios”, así que hay que intentar explicarlo en forma clara y sencilla.

Pensar en estos tres escenarios nos sirven para darnos cuenta de dos cosas cuando vemos la irrupción de los blogs (y cuando hablo de “blogs”, permítaseme usarlos como nombre abarcativo también de medios afines en la web: foros, sitios comerciales o no comerciales especializados en la materia y de actualización programada, etc.)

Primera cosa, los blogs no pueden competir de por sí contra ninguno de los tres escenarios. Un lector debería saber que no puede pedirle a un blog que se ponga las ropas de “tratado”: o “paper”; un bloguero debería saber que tampoco puede hacer el ridículo usando esos disfraces. Del mismo modo, un blog tampoco puede trabajar en la lógica del día a día dando noticias de “último momento” como si fuera el diario Clarín.

Segunda cosa, los blogs están llamados a cubrir un “nicho”, el eslabón perdido que está entre el “paper” y la nota “noticia / flash”. Hablé antes del fallo comentado, un pequeño género que es, en sustancia, un típico "post" antes de que habláramos de blogs. Porque, recordemos: teníamos un ciclo “largo” (el tratado), “medio” (el artículo largo) y “cortísimo” (el diario que al día siguiente usaremos para envolver huevos). El que escribe en nuestros blogs especializados está en un ciclo “corto”, toma un par de ideas que se dejan trabajar en uno o dos tirones, pero tiene en su cabeza el contexto de formación (de tratados y papers) que le sirve para enmarcar técnicamente lo dicho: es un puente.




Interludio

Tiranía, histeria, sorpresa.


Cuando empecé a hablar me acordé de un viejo post de Hernán Iglesias Illa, hernanii.


Lo encuentro acá, lo releo:

La vida en el blog es tirana, porque castiga duramente la pereza, y algo histérica, porque nos obliga a reservar una porción de nuestros cerebros, durante nuestras vidas cotidianas, a empaquetar anécdotas o lecturas que puedan ser material de post.


Y más adelante:

En mi caso, y en el de muchos de los blogs que leo, el formato de post ha sido una sorprendente forma de recuperar el género del ensayo, ese jugosísimo género que alguna vez fue literario pero que en décadas recientes había sido secuestrado por la verba metálica y solemne de las facultades de ciencias sociales. El ensayista, como el blogger, es un vagabundo de las ideas, un tipo que se reconoce como arbitrario, que tira gambetas en el papel para ponerlas a prueba, para ver si el lector lo acompaña en una dirección que puede terminar siendo disparatada o patética, pero cuyo camino, ese sabor de las palabras y las ideas, ese derroche de energía con tal de encontrar un momento brillante que compense todo, ese camino era desde el principio lo más importante y lo que más nos interesaba. Me gusta el blogger cuando no es prepotente y cuando empieza a escribir sin saber bien hacia dónde está yendo, como me pasa a mí ahora con este texto. Hay un disfrute inmediato en la honestidad del blogger-ensayista, una empatía con aquel que está caminando por el borde del abismo y que hacía tiempo que no podía leer en otros lados: ni en la prensa, donde el género columna es rehén de los visitantes de Balcarce 50 u otros jueces morales, ni en los libros, donde el océano entre la ficción y la tesis doctoral (o sus vecinos) apenas está cubierto.

Mi mente, en este momento, ya está funcionando en modo blogger: me habría gustado ilustrar algunos de los ejemplos de más arriba con links a páginas web donde se explicaba mejor lo que quería decir, o donde insertar ese nuevo sentido del humor y la ironía que permiten los links delirantes y contraintuitivos.


Me gusta mucho eso de “la mente funcionando en modo Blogger”.



Segundo Acto

Docencia, adoctrinamiento y polémica en los blogs


Porque escribir en blogs supone un mix entre lo que hace el docente (enseñar, explicar), lo que hace el evangelista (adoctrinar, transmitir pasiones y convicciones fuertes), lo que hace el polemista (crítica, apología, controversia, refutación).

En los tres campos, el rendimiento ideal ocurre en el ciclo “corto” que, como habíamos dicho, es el escenario natural de los blogs. En el ciclo cortísimo hay rendimientos marginales decrecientes en calidad, en cada intercambio; en los ciclos medios y largos, el quebranto se da en el factor tiempo.


  • Divulgar y distribuir. La web en general, y los blogs en particular, hacen algo distinto que “producir” datos e ideas: las distribuyen. De este proceso de distribución salen ideas nuevas, se pueden fortalecer ideas tímidas, se pueden desenmascarar o debilitar ideas falsas. Esto es algo muy propicio a la dinámica de los ciclos cortos. Juega una suerte de principio de congruencia: al tratado se le contesta con otro tratado; a la declaración con otra declaración; al post, con otro post. Pero el tiempo que hay entre tratado y tratado es demasiado largo para que la discusión sea fructífera; el tono que se usa para discutir en tiempos televisivos, o en los escasos márgenes de una columna periodística, impone demasiadas restricciones como para que haya mucho más que retórica y algunas intuiciones informadas.

Esta divulgación se da primero en un sentido vertical. Quizá el menos interesante: el flujo que va del que “sabe más” al que “sabe menos”. Del especialista al abogando estándar; del abogado estándar al lego.

Pero también permite circular información en sentido “horizontal”. Recomendar cosas entre pares, transmitir entusiasmos y decepciones, sumar más miradas. Por eso se impone la generosidad y la cita crítica de las fuentes, un espíritu deportivo que presupone la buena fe y debería tratar de evitar el sistema de bombo recíproco tan caro a cierta academia.

Finalmente, también permite “oxigenar” el ambiente endogámico de los juristas que muchas veces piensan el derecho desde la insularidad, desde la quintita de su disciplina. Es altamente improbable que un sociólogo, un politólogo, un economista, lean las cosas que los juristas escribimos impunemente sobre sus disciplinas en “La Ley” o en “El Derecho” (Lo cual, dicho sea de paso, ha dado ocasión para que muchos juristas se animen al guitarreo libre en arrestos de interdisciplinariedad mal entendida). Pero en nuestros blogs escribimos e interactuamos con politólogos, economistas, políticos, sociólogos, críticos de cine, etc. Esto permite captar ideas ajenas y corregir las propias, y, más importante que eso, nos previene de querer reinventar la rueda.

Esto es la mente funcionando en modo blogger.


Lnks

- Unidos por la Justicia, la ONG que puso la sede para este primer encuentro y a la cual agradecemos.

- La galería flickr del encuentro.

- Más crónicas y posts sobre el evento: de Bovino, de Barbosa, de Tomás Marino, de Mariel Leposa, de Lucas Arrimada, de David Maeztu.